Conócenos un poco más

Me considero veterinaria por vocación ya que desde temprana edad me dedicaba a recoger y cuidar perros y gatos abandonados o heridos. Después de las prácticas como becaria en el Loro Parque y varios años de experiencia en un hospital veterinario y reputadas clínicas tanto de Italia como de Gran Canaria, he decidido especializarme principalmente en la medicina interna y cirugía, con especial interés en la medicina felina. Desde el 2019 estoy al frente de mi nuevo proyecto, dando vida a Gaia Veterinarios.

Llevo más de dos décadas dedicándome a la veterinaria y acumulando experiencia en diferentes clínicas y también en calidad de empresaria, hasta que he decidido afincarme en la isla. En todo este tiempo he acumulado formación y conocimientos, siendo mis principales intereses la medicina felina, la oftalmología y la medicina de laboratorio.

Soy Marta, Auxiliar clínico y me crié rodeada de animales y a partir de ahí comenzó mi pasión por ellos y por la profesión. Tengo dos peluditos que adoro y me aportan mucha felicidad y amor.
Desde pequeña tuve clara mi vocación y mi propósito de ayudar con mucho cariño y empatía a las mascotas que se cruzaran en mi camino, así que llegado el momento realicé el curso Superior de Auxiliar Técnico Veterinario y posteriormente Rehabilitación y Fisioterapia Veterinaria. Aún así, dispongo de muchas ganas de seguir ampliando mi formación y conocimientos en el sector.

Podrías hablarle sobre mi pero la mejor manera de conocerme es racontándoles lo que fue mi primera experiencia viviendo con un perro.
Uno de los viajes más importantes de mi vida lo hice juntos a Xena, una esplendida Rottwailer de 13 años que nos acompañó en todas nuestras aventuras y en el desafío mas importante, la travesía de Italia a Canarias. Si tuviera que definirla en pocas palabras, diría que era noble y cariñosa. Gracias a ella he aprendido a respetar y agradecer todo lo que una mascota es capaz de enseñarte.

Rubio es el más veterano, vino a nuestra clínica para encontrar hogar y al final lo contratamos para atender y estrechar intimas amistades con cualquiera que espere en recepción antes de entrar en consulta. A cambio su sueldo es rico en comidas, cuidados médicos y algunos paseos por la acera al calor del sol.

Princesa es la más guapa de nuestro equipo, ella lo sabe y muchas veces no se deja ni tocar. Llegó directamente a la puerta de nuestra casa pidiendo empleo y con lo maravillosa que es no pudimos rechazar la propuesta.